domingo, 6 de enero de 2008

Epifanía




Señor y Buen Dios que te has querido manifestar a todos los pueblos de la tierra, te damos gracias porque la Buena Noticia de tu amor ha llegado a nosotros.
Te has manifestado en la humildad y sencillez de un niño pobre y marginal; te has manifestado en la debilidad humana y has permitido que te encontremos en los más pobres de amor, paz, perdón y bienestar material.
Gracias porque tu Estrella, tu Divino Espíritu Santo, nos indica a cada momento el lugar donde estás y en el cual podemos encontrarte.
Danos, oh Señor, la humildad de los Magos para postrarnos ante ti y ofrecerte a nuestros hermanos los dones que nos has dado y servirte, en ellos, cada día. Amén.
P. Cándido Contreras

jueves, 3 de enero de 2008

miércoles, 2 de enero de 2008

Dios sigue llamando


«Hoy, como ayer, Dios nos habla de diversas maneras, pero hay una que no puede fallar: el sufrimiento de la gente.
Joven, tú que en lo más profundo de tu ser te sientes cristiano, no debes tener miedo a endurecer tus manos, trabajando en la promoción del hombre. Hoy no podemos seguir diciendo: Señor, Señor, sino que debemos dedicar lo mejor de nosotros: nuestra juventud, alegría, entusiasmo, riesgo, creatividad… a favor del prójimo. Los cristianos somos antorchas que sólo tenemos sentido cuando nos quemamos; solamente entonces somos luz.
Amar al hermano implica compartir su sufrimiento, su impaciencia, su afán o su alegría y darle una parte de lo nuestro.
Dios nos sigue llamando a comprometernos por su causa, conociendo el Evangelio, metiéndonos en la realidad del pueblo y contando todo esto a los demás».